miércoles, 2 de diciembre de 2015

RABIETAS


Caso real: 

Familia comprando en un centro comercial. El niño de dos años se tira al suelo porque quiere montarse en los caballitos y comienza a llorar, gritar, patalear, ante el asombro  y la vergüenza de sus padres. Los padres ceden y le dan lo que quiere para pasar desapercibidos del resto y que el niño no les moleste. Conclusión: la próxima vez lo hará igual...o peor.

Las rabietas forman parte de la vida de las familias. Suelen ser etapas que pasan los niños y son normales en su desarrollo.
Concretamente, hay una etapa en la que son protagonistas, lo llaman " la primera adolescencia" ( 2-3 años)

¿A qué se deben?


·                     Reafirmación del "yo". Cuando el niño se va viendo más independiente y autónomo con respecto al adulto, necesita imponer su criterio y decidir con respecto a sus experiencias. Si no se sale con la suya lo intentará de todos modos y las rabietas son muy incómodas para los adultos.
·                     Baja tolerancia a la frustración: No podemos olvidar que esta etapa que viven se caracteriza por ser egocéntrica y quieren las cosas "aquí y ahora". Pero para eso estamos nosotros para educarles y sacarles de ese egocentrismo.
·                     Falta de recursos. Aunque parezca un recurso muy bueno, desde su punto de vista, lo cierto es que actúan así porque no saben hacerlo de otra manera. Debemos darles alternativas (negociación, pedir por favor,...)
·                     Experimentación. A esta edad van siendo conscientes del poder que ejercen sobre el entorno y,  por ello, van a probar qué es lo que sucede cuando reaccionan de una u otra manera. En función de la respuesta que obtengan repetirán la conducta o la extinguirán.
·                     Son un recurso que han utilizado y les ha funcionado en otras ocasiones. Por lo comentado en el punto anterior.
·                     Resultado de un modelo educativo erróneo. Si ellos ven que nosotros gritamos, tenemos conductas agresivas, actuarán de la misma manera, viéndonos también aprenden y tienden a imitarnos.

¿Qué debemos hacer?


·                     Olvidarnos de lo que opinen los demás.  Los niños aprovechan esas situaciones que pueden resultarnos más incómodas para utilizar este recurso.
·                     Intentar llevarles a algún sitio sin tanto espectador. Para poder hablar con él tranquilamente y no llamar la atención más de lo necesario.
·                     Dejarles tranquilos. Deben tranquilizarse solos y si les estamos continuamente preguntando o prestándoles atención sin darles lo que quieren, sólo lo empeorará. Además en ese momento no atienden a explicaciones.
·                     Seguir realizando la actividad que estábamos haciendo antes. No confundamos las rabietas con llorar porque les pase algo, estén tristes... Evidentemente, ahí si debemos preguntarles, prestarles la atención necesaria y ayudarles a que expresen lo que sienten. en el caso de las rabietas, lo que quieren es llamar la atención y conseguir su objetivo. Por lo tanto, si cedemos o si les prestamos demasiada atención y consiguen interrumpir nuestra dinámica, lo volverán a repetir.
·                     Cuando se les haya pasado o estén más calmados, hablar con ellos. Aclarar de qué manera pueden pedir o hablar las cosas la próxima vez, llegar a un consenso, hacerle ver qué esa no es la forma de actuar y que es mejor hablar calmados.
·                     Premiar las conductas positivas al respecto. "has sido capaz de calmarte" " mira qué bien, cómo sabes pedir las cosas" "eres un/a campeón/



Consultado 02/12/2015

viernes, 27 de noviembre de 2015

APPS PARA TRABAJAR LA DISLEXIA EN iOS

Muchos profesores de Educación especial y maestros de audición y lenguaje se se enfrentan  día a día con los  problemas relacionados con la lectura y escritura de muchos alumnos. Algunos de ellos han sido diagnosticados como disléxicos pero en todo caso la etiqueta no es lo esencial. Lo primordial es darles una ayuda para que puedan paliar o resolver esos problemas. En este sentido los dispositivos digitales pueden ser muy importantes para este trabajo. En esta entrada vamos a reseñar una serie de apps para dispositivos iOS que consideramos de gran interés.
  1. Piruletras: Su autora es Clara Bayarri. En principio se puede descargar gratuitamente, aunque ofrece compras específicas dentro de la app. Piruletra (Dyseggxia en inglés) es un juego que ayuda a los niños con dislexia a superar sus problemas de lectura y escritura a través de juegos divertidos. Piruletras ofrece:
    • Más de 5.000 ejercicios diferentes de palabras (2.500 en español y 2.500 en inglés).
    • 5 niveles de dificultad.
    • Gráficos de evolución del aprendizaje.
    • Cada nivel tiene ejercicios de 6 tipos: inserción, omisión, sustitución, separación de palabras y transposición.
  2. Palabras dominó Free: Juegos de letras para los niños y los mayores. El objetivo del juego es formar palabras con las sílabas propuestas. Para cada juego las palabras pertenecen a una categoría. Tiene 3 niveles de dificultad con más de 600 palabras. Tiene opción de compra por 0,99 euros.
  3. Busca las letras. Es un juego para mejorar la percepción visual y espacial. Con más de 12 divertidos juegos se trabaja : posición en el espacio, percepción figura – fondo, discriminación de formas y concentración y atención. Tiene cuatro niveles de dificultad basados en la forma similar de letras y figuras. Tiene versión de pago por 4,99 euros.
  4. Lee paso a paso free – Mis primeros ejercicios para leer Español. Trabaja el aprendizaje de los sonidos de las vocales e identificando sílabas para formar palabras. Con el uso de imágenes, letras y palabras lo niños podrán ir adquiriendo las habilidades necesarias de lectura. Aprender mediante juegos y obtención de premios, identificación y uso de sílabas para formar palabras, asociar palabras con sus dibujos, completar las palabras con las sílabas que faltan. Tiene tres niveles Paso a paso, práctica y experto. Ofrece compras dentro de la app. Se complementa con Lee paso a paso  2 Free – Ejercicios para aprender a leer Español.
  5. Dislexia Ejercicios prácticos. App que cuesta 3,99 euros, con un diseño práctico y colores amigables. Posibilidad de elegir color de texto y de fondo ( muy importante para que lo que se ve quede grabado en el cerebro). También permite agrandar o disminuir el tamaño de los textos mediante zoom. Dispone de 5 grandes bloques que contienen entre 4 a 8 actividades cada uno. Los ejercicios están agrupados en bloques progresivos: consonantes, audición y lectura, sílabas, palabras y frases.
  6. Visual attention Therapy lite. La aplicación se puede utilizar para mejorar la lectura, el reconocimiento de conceptos, la concentración, la memoria, la atención y la velocidad. Es una muestra gratuita de la aplicación completa. La aplicación está en inglés pero es fácil trabajar con ella con personas de lengua castellana. La versión completa cuesta 9,99 euros.
  7. Sopa de sílabas. Esta app cuesta 0,99 euros. La versión completa contiene más de 3000 palabras y 14 temas. Cada carta contiene una sílaba perteneciente a una palabra, voltea las cartas para juntar sílabas y formar palabras de una lista. Cuando se repiten sílabas el dibujo asignado a la palabra deberá coincidir en todas las sílabas. También permite, a partir de iOS 7 y posteriores, escuchar la pronunciación de la palabra en castellano.
  8. Loco letras cursiva. Permite practicar la escritura de letras cursivas. Tiene niveles de dificultad que se van liberando conforme se van completando correctamente los propuestos. Las palabras suenan fonéticamente en el idioma seleccionado. La app cuesta 3,99 euros.
  9. Tembo el pequeño elefanteLibro interactivo y juegos de memoria, cuesta 2,99 euros. Es un libro interactivo para niños mayores de 3 años. El libro incluye juegos multilenguaje para mejorar el vocabulario: memoria, encuéntrame, puzzle. Es una aplicación producida por BubbleBooks.
  10. Voice Dream Reader. App que cuesta 9,99, más la posibilidad de comprar nuevas voces. Es una aplicación para niños mayores con graves dificultades de lectura y de comprensión de los conceptos, ya que podrán escuchar las lecciones y los contenidos educativos que la aplicación les irá leyendo. Permite la carga de textos en pdf, documentos de word, textos copiados de la web etc.  Se puede sincronizar con ficheros guardados en Google Drive o Dropbox y páginas web salvadas en Pocket, Instapaper o Evernote. También permite el resaltado sincrónico de la palabra y la línea que se está leyendo, y personalizar el tipo de letra (incluyendo el OpenDyslexia).
  11. ClaroSpeak Español: Es un conversor de texto a voz de alta calidad con distintos tipos de voz humana. Cuesta 10,99 euros. Brinda la opción de resaltado visual sincronizado con la articulación de las palabras. Tiene una amplia variedad de ajustes de color y fuente para facilitar la lectura y también predicción de palabras. Se sincroniza con Google Drive y Dropbox. Permite el ajuste de la velocidad de la voz. Permite el cambio del color y tamaño de la fuente. Permite guardar en audio los textos leídos. Como la anterior, es una app para ayudar en el estudio y comprensión de los contenidos del currículum para alumnos con graves dificultades de comprensión de la lectura.
Del blog http://blog.tiching.com/11-geniales-apps-para-trabajar-la-dislexia-en-ios/
Profesor de Educación Especial y Maestro de Audición y Lenguaje. Autor del blog Educación Tecnológica y entusiasta de las herramientas que proporciona la web 2.0 para la educación.

TARJETAS PARA REGULAR LOS NIVELES DE VOZ


Del blog Imágenes Educativas
http://www.imageneseducativas.com/tarjetas-para-mantener-el-nivel-de-voz-en-el-aula-originales-y-listas-para-descargar/tarjetas-para-mantener-el-nivel-de-voz-en-el-aula-1/

10 ESTRATEGIAS PARA LOS NIÑOS CON TDAH

La siguiente información está extraída del blog MUNDO PRIMARIA

El alumnado con TDAH tiene sus peculiaridades y no voy a negar que en el contexto de un aula de 25 o de 30 alumnos crea problemas. Es complicado atenderlo, manejar su conducta y manejar sus dificultades principales.
En el caso del TDAH, los niños presentan dos síntomas diana: por un lado las dificultades paramantener la atención, centrarse en los detalles y abstraerse de todo lo que ocurre en el aula… que es mucho y más atrayente que las explicaciones o las tareas que están en la pizarra.
Por otro lado, su comportamiento hiperactivo e impulsivo: su dificultad de autocontrol, su exceso de energía que no se puede reprimir, en largas jornadas donde la conducta adecuada es permanecer sentado quieto y en silencio.
Pero a su vez, esos dos síntomas provocan un tercer síntoma definitivo: que sus dificultades le impiden o alteran significativamente la capacidad para funcionar adecuadamente o con la calidad esperada, en su rendimiento escolar o en su relación con los demás.
Pero a pesar de las características que estos niños presentan y de las dificultades para atenderlos adecuadamente en el aula, hay 10 pautas para atender a un alumno con TDAH, que todos los profesores de Educación Primaria y Secundaria pueden llevar a cabo. Ahí van las cinco primeras.

1º. Conocer qué es el TDAH y entender a tu alumno

La primera de las pautas para atender a un alumno con TDAH, es conocer el trastorno. Del TDAH se habla mucho de oídas y se conoce poco: hay muchos tópicos.
Los profesores, como profesionales que son, deben tener un conocimiento relativamente profundo sobre este trastorno tan extendido en la escuela.
Conocerlo no es difícil. Existen guías para profesores y docentes disponibles en la red. En este lugar te ofrezco alguna de estas guías que puedes descargar y leer.
Cuando se conoce el TDAH, se entiende por qué parte del comportamiento que presenta este alumnado no es “mala educación” o “falta de normas”, aunque en algunos casos eso también está añadido. Sino que se trata de un trastorno neurobiológico que explica gran parte de la forma de actuar de estos niños.

2º. Asígnale un alumno ayudante

Vamos con la segunda de las pautas para atender a un alumno con TDAH. Puedes asignarle un alumno ayudante y sentarlo junto a él… o al menos, cerca. La misión del alumno ayudante es recordarle algunas pautas habituales de clase, como anotar los deberes para el día siguiente, tocarle el hombro cuando no esté trabajando o no esté atendiendo para centrarlo; no molestarlo mientras se trabaja en clase y animarlo a trabajar. También le puede ayudar en alguna tarea que no sepa realizar.
Hay chicos que tienen ese don especial y que, animados por el tutor, pueden tener esta misión como un privilegio. El alumno ayudante puede también rotar por trimestres, para que otros pasen por esta experiencia.
Incluso el propio alumno que padece TDAH, puede en algún momento ser alumno ayudante de otro compañero.

3º. Segmentar las tareas

La tercera de las 10 pautas para atender a un alumno con TDAH, consiste en segmentarle las tareas que tiene que realizar. Es posible que un niño con estas características no sea capaz de afrontar 7 u 8 ejercicios seguidos. Pero si le pides que realice solo dos tareas del total, y que una vez realizadas se levante de la mesa y se acerque a enseñártelas, posiblemente sí pueda abordarlas.
Cuando las enseñe solo comprobarás que las ha realizado, no tanto si están bien o mal, salvo que sean errores muy evidentes. Cuando compruebes esas dos tareas, le animas a seguir con otras dos y que al terminarlas vuelva a enseñártelas.

4º. Cuaderno único

En Educación Primaria y por supuesto, en Educación Secundaria, se ha generalizado el uso de un cuaderno para cada asignatura. Sobre cuántos cuadernos utilizar, en Educación Primaria, escribí una entrada en su momento. Para los niños que padecen TDAH, disponer de varios cuadernos suele ser una situación complicada de manejar  y que provoca desorganización.
En estos casos la medida del cuaderno único es muy sencilla pero efectiva con el alumnado con TDAH.Consiste en reducir los cuadernos de todas las asignaturas a solo uno. En ese único cuaderno realizará todas las tareas. Tan solo tiene que indicar la fecha y el nombre de cada una de las asignaturas que realiza.
Más adelante, cuando tenga un dominio del cuaderno y adquiera otras habilidades de organización, se irán añadiendo cuadernos, pero de una manera progresiva.
Sobre el tipo de cuaderno a elegir, te animo a releer la entrada que escribí sobre esa cuestión.

5º Elegir la pauta y útil de escritura

La pauta sobre la que los niños escriben y el útil de escritura que utilizan, es otra variable que los profesores de niños con TDAH pueden gestionar para su bien.
La regla general podía ser elegir aquella que mejor resultado le da a cada niño. Por tanto, no puede generalizarse a toda la clase un único formato de pauta: todos escriben en hojas de doble pauta, de cuadritos, Montessori… Lo ideal es que cada niño escriba en aquella en la que mejor “se defiende”. Pero en el caso de los chicos con TDAH es una medida casi obligada.
En general, las hojas cuadriculadas no les ayudan: para muchos de ellos suponen un motivo de confusión y desorganización. La doble pauta les puede resultar asfixiante… parece que, en términos generales, las hoja de una línea son las más adecuadas.
Lo mismo ocurre con el útil de escritura: escribir con lapicero tiene la ventaja de que se puede borrar, pero en ocasiones, es una herramienta que enlentece la escritura y requiere más esfuerzo. En algunos niños los bolígrafos de tinta de gel, les ayudan por tener una escritura más fluida. Si se equivocan, pueden colocar entre paréntesis los errores. En otros casos, hasta las plumas estilográficas escolares, les ayudan a mejorar la letra y la escritura.
También en este aspecto, aconsejo algunas recomendaciones que escribí para mejorar la letra: también son válidas para que la consideremos entre las pautas para atender a un alumno con TDAH.

Recopilando

Te estoy ofreciendo 10 pautas para atender a un alumno con TDAH en la clase. En esta primera entrada te he presentado las cinco primeras:
  1. Conocer qué es el TDAH y entender a tu alumno
  2. Asignarle un alumno ayudante
  3. Segmentar las tareas
  4. El cuaderno único
  5. Elegir la pauta y útil de escritura
Espero que te resulten útiles. Accede al siguiente enlace para leer la segunda parte de la entrada:
Jesús Jarque García es pedagogo y Máster en psicología y Gestión familiar. Miembro de la Sociedad Española de Pedagogía. Máster en coaching pedagógico y educacional. Orientador en Educación Infantil y Primaria.

TDAH Y CEREBRO


viernes, 18 de septiembre de 2015

CORRIGIENDO MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO

No es un secreto que para ser exitosos debemos ser constantes en la práctica del oficio que realicemos. Esta actividad nos permite mejorar nuestro desempeño obteniendo mejores resultados. Incluso aquellas personas que son consideradas extremadamente inteligentes o de “altas capacidades” tienen hábitos de estudio bien definidos en su vida. Por lo tanto, no existe una sola persona a la que el éxito le llegue sin hacer nada. Hay que esforzarse, siempre.
¿Qué ocurre cuando nuestras notas son bajas? El bajo rendimiento académico es una señal que no debe ignorarse nunca y que puede estar fundamentada en varios factores. Pueden ser problemas de atención, problemas emocionales, falta de comprensión, una enfermedad, baja motivación… En definitiva, múltiples causas.
¿Qué debemos hacer para solucionar esto? Ante esta situación lo más recomendable es actuar. Lo principal es que observemos nuestra rutina, qué cosas debemos mejorar, qué hacemos bien y pedir ayuda a los demás, si la necesitamos. A continuación te expongo algunas cosas que puedes hacer para mejorar esta situación:
  • Hablar: Los problemas más difíciles muchas veces tienen soluciones sencillas. ¿Estás pasando por una situación complicada que no permite que te desenvuelvas de la mejor manera? Coméntaselo a tu familia, amigos o maestros. Tus seres queridos son los mejores mentores en estos casos; siempre te ofrecerán una buena alternativa y el consuelo que necesites.
  • Aprende de alguien que admires: En nuestra vida siempre hay personas a las que consideramos seres extraordinarios, por las cosas que hacen. Músicos, científicos, deportistas, actores o incluso nuestros padres. Estas personas no llegaron a donde están por arte de magia, sino por su constancia y esfuerzo a la hora de alcanzar una meta. Como todos nosotros, pasaron por malos momentos, superándolos y aprendiendo a afrontar esas situaciones.
  • Acostarse y levantarse temprano: ¿Sabes por qué un atleta debe dormir al menos 8 horas diarias? Para proporcionar descanso a su cuerpo y mente. Esta práctica debe tomarse como un hábito regular, todos los días. No obstante, los fines de semana siempre podemos realizar alguna excepción.
  • Elimina las distracciones: ¿Estudias con las redes sociales abiertas o la TV encendida? Aléjate de ellas. Las horas de estudio deben respetarse al igual que las de comer y dormir. Intenta organizar tu tiempo de manera adecuada. De esta forma tendrás tiempo después para ver los dibujos, la televisión o a tu equipo de fútbol favorito.
  • El lugar y el momento apropiado: La habitación en la que estudias debe estar despejada de distracciones, garantizándote la comodidad y concentración que necesitas. No estudies en el autobús, durante el desayuno o en el salón con la televisión encendida. Elige un lugar y una hora, mantén una rutina diaria.
  • Pregunta: Cuando estés estudiando es importante que resuelvas tus dudas porque al resolverlas se afianzan los conocimientos. Cuando no puedas resolver tus dudas, busca a alguien que te ayude a hacerlo. Si no cuentas con nadie en tu cercanía, anótalas para llevárselas a tu maestro el siguiente día de clases o a una persona que pueda ayudarte.
  • Estudia con anticipación: Si tienes un examen prepáralo con tiempo, no la noche anterior. El estudiar a última hora proporciona malos resultados. Por esto, es mejor que planifiques tu tiempo y organices un horario semanal a cumplir.
  • No leas por leer: Muchos creen que simplemente por leer algo y aprenderlo de memoria son más inteligentes, pero no es así. Einstein dijo una vez “Si no lo puedes explicar de una forma sencilla es porque no lo has entendido”. Cuando leas trata de expresar las ideas principales con tus propias palabras. De ese modo sabrás que si realmente estásentendiendo el contenido.
Sin embargo, no todo debe centrarse en estudiar. También es importante el día a día, aprender cómo funciona el mundo y las cosas que nos rodean, estar con nuestra familia, ayudarla, pasar tiempo con los amigos y encontrar actividades de ocio que nos hagan felices. Encontrando un equilibrio entre todas estas cosas, estableciendo un horario, serás un mejor estudiante y te sentirás bien contigo mismo.

Por Aquiles García Y Raquel Graña de Comofuncionaque.com

¿HAY QUE OBLIGAR A LOS NIÑOS A COMER?

NATALIA MARTÍN CANTERO.  EL PAIS
Nadie en su sano juicio volvería a un restaurante en el que el camarero le obligase a comer todo lo que ha pedido, ni a quedarse pegado en la silla hasta acabar, ni escogiera los alimentos, la cantidad e incluso la velocidad a la que el comensal tiene que acabar el plato. Y, sin embargo, para muchos niños, quizás la mayoría, este es el pan de cada día (literalmente) tanto en casa como en el comedor escolar.
En su libro Mi niño no me come, una biblia para padres desesperados, el pediatra Carlos González incluye a modo de epílogo un cuento titulado La carga de la brigada nutricional que sucede en un país imaginario donde una “policía nutricional” obliga a los comensales a acabarse sus raciones, por las buenas o por las malas. El mensaje del libro, según resume el propio González, es este: “No obligue a comer a su hijo. No le obligue jamás, por ningún método, bajo ninguna circunstancia, por ningún motivo”. 


Los comedores escolares son uno de los lugares donde a los niños se les suele obligar a comer. Foto: Comer o no comer
Para aquellos que hayan vivido la tortura de los comedores escolares (con sus ingeniosos métodos para librarse de alimentos, como envolver el filete en la servilleta o incrustar el huevo frito bajo la silla) o la presión de un hogar en el que se sirve para la cena el pescado que se rechazó en la comida, las palabras de González suenan a música celestial. Pero ¿son realistas? O, dicho de otra manera, ¿por qué tantas víctimas de estos atropellos se empeñan en que sus propios retoños, cuando los tienen, dejen el plato niquelado? El 85% de los padres obliga a comer a sus hijos cuando ya han saciado su apetito, de acuerdo con el estudio realizado en la Universidad de California y titulado Sólo tres bocados más.
La respuesta parece estar en la pertenencia en masa al “Club del plato limpio”. Sus socios tienen más riesgo de padecer obesidad años después, como prueban estudios como Consecuencias de pertenecer al club del plato limpio, de la Universidad Cornell de Ithaca. Instar al niño a que coma sólo tres bocados más es contraproducente, recuerda Julio Basulto, nutricionista y autor de Se me hace bola. Basulto, que considera “vejatorio, innecesario y contraproducente” obligar a comer al niño o castigarlo por no comer, recuerda que numerosos estudios, como este otro publicado en la revista  Appetite, prueban que insistir al niño para que coma verduras simplemente no funciona. “No sabemos por qué. La teoría que más me convence es que prohibir es despertar el deseo. Dar buen ejemplo sí se traduce en que el niño coma más saludable”.
Además de dar ejemplo, hay que evitar colocar en la mesa alimentos no saludables. “En algunas casas a la hora de la comida no se bebe agua, sino Coca-Cola. No hay pan integral, sólo blanco. Ni cereales integrales. Hay derivados cárnicos a mansalva. A media tarde toman un postre lácteo en lugar de fruta”, señala Basulto a Verne. “No soy muy partidario de hablar de qué es una dieta sana; prefiero explicar que las cosas que no son comida no deberían estar frecuentemente en su mesa”.
Cuando uno de cada tres niños padece sobrepeso u obesidad, merece la pena replantearse el método tradicional de alimentar a los pequeños, que viene a consistir en que coma, tanto si tiene hambre como si no. Partimos de la base de que todos los animales de este mundo comen lo que necesitan, y de que cada uno elige, además, la dieta adecuada para su especie. Como escribe González, no se encuentra uno, paseando por el campo, bichos muertos porque nadie les dijo que tenían que comer.
Podemos comenzar por cuestiones como estas:
¿Cuánto hay que llenarle el plato al niño?
“No hay una noción”, dice Basulto, padre de tres hijas. “Si deja algo, es que le has puesto mucho y al día siguiente lo reduces. Lo que se ha dejado se lo retiras y tan amigos. Los cálculos que se hacen sobre cuántas calorías necesita comer un niño tienen una desviación estándar muy grande. Tu hija puede necesitar la mitad de calorías que otra niña de su edad de su mismo sexo, talla y peso. ¿Quién sabe cuántas calorías necesita tu hija? Tu hija, nadie más”.
El pediatra Jesús Garrido cree, por su parte, que en España hay dos problemas con las cantidades de comida que se ofrecen. El primero es que las abuelas son de la época de la postguerra, donde el hambre en muchas familias fue una realidad, y es difícil convencerlas de que un niño puede estar sano sin estar gordo. La segunda es que en la cultura mediterránea toda actividad social gira en torno a la comida y nuestra dieta está muy condicionada por la forma en la que compartimos la comida a escala social. “En verano es raro quien no engorde en un país en el que se puede comer y cenar en la calle consumiendo comida como parte del ocio”, señala.

Un niño de nueve meses y un plátano, a la misma escala. ¿Dónde lo va a meter? Foto: ilustración de 'Mi niño no me come', de Carlos González.
¿Qué pasa cuando el niño está en un percentil bajo?
Garrido cree que las tablas de peso, longitud y perímetro craneal son una herramienta útil, pero también peligrosa. “Si no se usan y sobre todo si no se explican adecuadamente son uno de los desencadenantes de problemas con la comida más frecuentes”, señala. “Hay que entender que estas tablas se hacen usando datos sólo de niños sanos. Y que un percentil 3 por ejemplo, que para muchos es un criterio de peso bajo en sí mismo, sólo significa que el 3 por ciento de los niños sanos de esa edad están por debajo de esa cifra”.
El problema está en que se interpreta como una escala de aprobado o suspenso, dice Garrido. “Cuanto más alto está en peso y talla mejor lo interpretan los padres. Y estar por debajo de la media es visto como un suspenso. Cuando los niños que hay por encima y por debajo están igualmente sanos. Si esto no se explica bien, enterarse de que su hijo está por debajo de la media es para muchos razón para forzar al niño a comer más. Cuando el niño estaba sano y no lo necesitaba, al hacer esto aseguramos que aparezcan problemas de relación con la comida”.
¿Cuáles son las consecuencias de utilizar la comida como herramienta para inculcar obediencia?
"Si mezclas mente, estómago y corazón, complicación", resume el pediatra Garrido. “Si no queremos que nuestro hijo use la comida como pieza de cambio y se focalicen en la comida otros problemas, no debemos dar a la alimentación más importancia de la que tiene ni una función diferente”, sostiene. “Los únicos objetivos que deberíamos plantearnos con la comida son que el niño tenga una dieta variada porque se la ofrezcamos; que sea él y sus mecanismos de regulación quienes decidan las cantidades y los horarios mientras no haya un problema claro.
Basulto, por su parte, cree que estos comportamientos se asocian con más riesgos de obesidad, trastornos alimentarios, y obsesiones que nos acompañan a lo largo de la vida. “Si el helado era una recompensa cuando eras pequeño, quizás de mayor, cada vez que tengas un conflicto emocional necesites comer helados”.
“El problema más habitual de un niño pequeño con la comida”, escribe González, “es el intento de los adultos de intentar obligarle a comer. Es un grave problema que produce sufrimiento, angustia, humillación, vómitos e incluso, si se tiene éxito, obesidad. El motivo suele ser la visión distorsionada de los adultos sobre cuál es la cantidad normal de comida que necesita un niño, y la falta de respeto hacia el niño como ser humano”.
¿Qué hacer cuando el niño rechaza la verdura?
Lo primero es retirar los alimentos no saludables. Con un magnum de chocolate, dice Basulto, un niño puede haber cubierto buena parte de las necesidades calóricas del día. “Luego no tiene hambre, y así no va a comer verdura o fruta, mucho menos apetitosas”. Lo segundo es dar ejemplo. Y en tercer lugar, no hacer nada; no felicitar ni castigar, ningún intento de modificar su comportamiento: se sabe, como señalamos antes, que premiar es contraproducente. “Pero tenemos que haber dado los dos primeros pasos. Decirle al niño algo así como ´Qué bueno está este brócoli. Fíjate que cardioprotector y antioxidante´ no es más que una manipulación”, dice Basulto.
Y un recordatorio importante: a los niños españoles no les faltan vitaminas y minerales. Les sobran calorías, grasas y azúcares. No es cuestión de añadir nutrientes, es cuestión de retirar calorías vacías de su alimentación. “Tenemos que tener una relación más normal con la comida”, resume Basulto. “Tan normal como respirar o pestañear”. A nadie se le obliga a eso.

CONSEJOS PARA PADRES Y MADRES

Consejos para padres y madres: ¿Cómo motivar a los niños a estudiar?
Claudia Cusano el 27/01/2015 a las 17:32

Cuando un niño se enfrenta al reto de ir a la escuela, asumir unos aprendizajes, hacer unos exámenes y aprobar, sus resultados van a venir determinados por dos grandes factores: Su capacidad intelectual es decir, su potencial de aprendizaje y su motivación para el estudio. Hoy nos centramos en el segundo factor y os damos 8 pasos para que lo consigáis.
La motivación no aparece por arte de magia: Los 8 pasos para motivar a los niños a estudiar
Paso 1: Ambiente atractivo
Pregúntate:
  • ¿El escritorio de tu hijo está decorado por él?
  • ¿Tiene decoración acorde con sus gustos?
  • ¿Tiene bastante luz y pocos ruidos?
  • ¿Cada día hace los deberes en un sitio fijo?
Es muy importante el ambiente en el que el niño estudia, que se sienta cómodo y que le resulte atractivo sentarse allí. Que sea un lugar fijo. El “rincón de estudio” tiene que ser decorado por el propio niño con ayuda de sus padres.
Los 3 NO
  • NO Deberes en el salón/cocina.
  • NO Televisión/radio/ tablet encendida
  • NO sentarnos a su lado y si lo hacemos que sea con un libro o nuestros deberes.
Paso 2: Ayúdale a fijar metas  
  • Apuntad las metas y las colocáis en un sitio visible. El hecho de apuntarlo nos hace comprometernos.
  • Metas específicas: “Marc subirás la nota de mates el próximo trimestre y para conseguirlo necesitas seguir 3 pasos: Estudiar mates 20 minutos al día, realizar un examen sorpresa que hará mamá o papá una vez a la semana, pedir las dudas necesarias a la profe”
  • Metas reales y que se puedan medir: Si lo que necesitamos es mejorar en mates y sacar buena nota, necesitamos medir si mates va mejor mediante pequeñas pruebas.
  • Este proceso debe efectuarse con la participación activa del niño, preguntándole o dejándolo opinar al respecto para que se sienta partícipe del proyecto y no un mero receptor de órdenes. Evidentemente cuanto más pequeño es el niño o peor es la situación (muchos suspensos, larga historia de fracaso escolar o desinterés, absentismo, etc.) los padres deberán asumir más el papel de toma de decisiones. Aun así recomendamos implicar al niño de una forma u otra.
Paso 3: Organización y elaborar un plan
  • Lo Primero es determinar los horarios que el niño va a dedicar al estudio. Es importante que sea realista para empezar. Es decir, es mejor empezar con un tiempo de estudio que el niño pueda asumir que empezar a marcar tiempos demasiado largos o exigentes, especialmente si no hemos conseguido antes establecer unos hábitos mínimos de estudio. Si vemos que el niño necesita más tiempo para cumplir los objetivos intentemos hacerlo progresivamente. Nunca pasar de media hora a dos horas solo porque tiene examen, el niño no tendrá el hábito.
  • Organizar quién será el que le de apoyo en caso de necesidad, mamá, papá, abuelo, etc.
  • Nunca estar encima de ellos a la hora de estudiar.
  • Qué sea una alarma quien avise al niño de que es la hora de ir a estudiar, si es el padre o madre quien se ocupa de hacerlo hay más probabilidades que acabe en riña.
 Estrategias:
  • Recompensas, si es posible que no sean materiales.
  • Que el niño se comprometa delante de una figura que para él sea importante (madrina, primo, abuela).
  • Si el niño tiene problemas para concentrarse o es un niño muy movido tiene que ir haciendo descansos.
  • Alagar lo que ha hecho bien y no solo focalizar la atención en lo que ha hecho mal.
  • Si el niño ya presenta cierto retraso en los aprendizajes busque ayuda profesional, establezca los apoyos necesarios (refuerzo, maestro particular, etc.).
Paso 4: Tenemos que trasmitir una imagen del colegio atractiva
  • Establecer buena relación con los profesores
  • Alagar a los profesores
  • Actitud positiva hacia el colegio y los deberes
  • Hablar del colegio siempre de manera positiva
  • Contar anécdotas e historias de cuando íbamos al cole
  • Explicarles la suerte que tienen por poder ir al colegio
Paso 5: Estilos de aprendizaje
Es más probable que el niño quiera aprender si usa el estilo de aprendizaje que le parece más natural y que tiene sentido para él. Ayúdele a descubrir cuál es su mejor estilo de aprendizaje y a usarlo eficientemente.
Estudiantes Auditivos
Los estudiantes auditivos tienen más motivación cuando pueden incorporar más actividades en las que tengan que escuchar. Éstas son algunas maneras de motivarlos:
  • Pídele a tu hijo que se grabe a sí mismo leyendo un capítulo en voz alta. Luego, repase la lección escuchando la cinta. O sé tú mismo quien le grabe.
  • Usa versos, rimas, canciones y palabras de asociación (letras o palabras que evocan otras palabras) para recordar datos e información.
  • Le puedes sugerir que les pida a amigos y familiares que le tomen una prueba oral o que escuchen mientras recita las tablas de multiplicar o fórmulas matemáticas.
Estudiantes Visuales
Los estudiantes visuales se sienten más motivados cuando pueden incorporar más actividades visuales al proceso de estudio y aprendizaje.
  • Ayúdale a usar color tanto como sea posible. Tome apuntes en la clase usando diferentes lápices de colores. Escriba las nuevas palabras de vocabulario y los conceptos clave al estilo “arco iris”: escriba cada palabra tres veces, primero en rojo, después en anaranjado y finalmente en azul. Destaque los puntos importantes en tonos llamativos, como por ejemplo rosado brillante. Colores, post-it, carteles y todo lo que necesite para retener la información.
  • Cuando lea un texto, sugiérele que primero vea las tablas, las ilustraciones, fotografías. diagramas y gráficos que aparecen en el capítulo.
  • Ayúaele a hacer una pared de estudio. Cada semana, elabore una ficha que contenga cualquier cosa que debe aprender y se pega en su habitación.
  • Las fichas didácticas son estupendas para los estudiantes visuales.
Estudiantes Quinesiológicos
Los estudiantes quinesiológicos tienen la motivación de aprender cuando pueden incorporar actividades prácticas en el trabajo escolar.
  • Le puedes ayudar a buscar maneras de hacer que el aprendizaje sea práctico. Use un ábaco o tablero contador para aprender a sumar y restar, divida objetos por la mitad, en tercios o cuartos para enseñar fracciones. Aprenda ortografía manipulando bloques de madera con letras.
  • Recomiende a su hijo que interrumpa sus períodos de estudio con actividad física.
Le puedes sugerir  que estudie unos 30 minutos, que luego camine  unos 10 y que después vuelva a sentarse a estudiar.
  • Dale tanto espacio como sea posible para estudiar. Muchos estudiantes quinesiológicos prefieren caminar cuando tienen que memorizar datos. También, les gusta estudiar parados o acostados, no sentados.
  • Ayúdale con la lectura de comprensión pidiéndole que le cuente un pasaje del libro o que se lo represente. Conviértase en su público o represente usted una parte.
Paso 6: Mensajes de ánimo
Son muy importantes los mensajes que reciben los niños a diario por parte de sus padres, a través de nuestros mensajes podemos trasmitir tantas cosas positivas como queramos, por lo contrario si nuestros mensajes son negativos no ayudamos al niño en su desarrollo.
Algunos mensajes y que transmiten:
Cuando me necesites, yo te ayudaré – Amor
Así me gusta, lo has hecho muy bien – Satisfacción
Noto que cada día eres mejor – Ganas de serlo
Creo lo que me dices, sé que lo harás – Confianza
Sabes que quiero para ti lo mejor – Amor
Tú te mereces lo mejor – Satisfacción
Muy bien. Yo sé que lo harás – Soy capaz
No dudo de tu buena intención – Soy bueno
Paso 7: Dar ejemplo
La importancia del ejemplo de los padres, es mucha siempre y cuando se utilice esta herramienta de forma apropiada.
Los niños aprenden de lo que observan, si ven que su padres también tienen su momento para hacer sus deberes por ejemplo de inglés, que también tienen su tiempo para leer o escribir. Ver a sus padres también hacer deberes es una motivación extra para los pequeños de la casa.
Paso 8: Las 5 NO.
1. No hagas sus deberes: Si los deberes los acaban haciendo los padres el niño ni aprende ni adquiere disciplina, en estos casos pedimos sobre todo sentido común, los deberes son para los niños.
2. No compares: No hay dos niños iguales. Comparar entre hijos, amigos, primos solo daña la autoestima de tu hijo.
3. No grites: Gritando solo consigues que el niño aprenda que cuando quiere algo tiene que gritar para conseguirlo.
4. No castigues: Si castigas por no hacer los deberes lo único que consigues es que el niño relacione deberes con algo negativo.
5. No amenaces: Y si lo haces, que se cumpla.

Resumiendo, crear ciertas rutinas y entornos favorables, acompañar y alentar a los niños mientras realizan las tareas y revisarlas junto a ellos cuando han terminado serían las principales premisas para convertir el momento de los deberes en algo agradable.